Como creyentes nosotros debemos de conocer el plan del Reino en nosotros, sabiendo que Dios…
«Al que me sirve mi Padre le honrara»
Colosense 3:23 «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres». El servicio a Dios es de vitalidad para todos, Dios demanda de nuestro servicio. Es necesario servir a Dios por amor y no para que los demás nos vean, él que sirve, sirve sin importar quien lo mire lo hace por amor a su Señor. El servicio es tan importante como la oración y ser parte del servicio también es ser parte del proceso por el cual debemos pasar, ¿por que? Porque de siervos pasaremos a una promoción mayor que podemos ver en Juan 15:15.
A Dios se sirve de muchas formas, todas y cada una de ellas cuando se hace de corazón el Padre las recibe y se regocija de sus hijos. El servir a Dios no es ninguna vergüenza ni carga para nosotros, todo lo contrario. Recordemos que es Dios quien corona nuestra vida de favores, Salmos 103:4. Y el que se humilla sera enaltecido, Mateo 23:12. Dios demanda de nuestro servicio pero no para que lo miremos como una molestia, como se dijo anteriormente, se sirve a Dios por amor. No tenemos que ver el servicio como ninguna obligación sino como un privilegio otorgado por el Padre.
Para seguir los caminos del Señor primero hay que servirle.
Juan 12:26 «Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará». El servicio no es un simple rudimento en nuestras vidas, es necesario y sin duda esto nos acerca más a su proceso. Dios no es un Dios de desorden, el es un Dios de orden, tiene su estructura y sus caminos los cuales nosotros debemos conocer para no ser como la congregación del desierto que no conocieron sus caminos. Hebreos 3:10 «A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
y no han conocido mis caminos».
Síguenos en nuestras redes sociales para no perderte nada de nuestro contenido:
Esta entrada tiene 0 comentarios