«Andando como Cristo anduvo»

La siguiente predica, Andando como Cristo anduvo, nos dice a nuestros corazones que comencemos a seguir los pasos de Cristo. Olvidándonos de la hipocresía, del sentimentalismo, a no estar aferrados a las cosas de este mundo pues todo esto es perecedero. Así como a Cristo se mantenía en oración, mantengámonos nosotros de esa misma manera. La oración era la que le daba el poder, la fuerza, la revelación, por medio de la oración era que Cristo tenía la unicidad con el Padre. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. Flp. 2:5. De modo que la oración tiene que ser imprescindible, necesaria en la vida del cristiano.

Cristo en los días de su carne era constantemente asediado por gente que lo aborrecía, que lo odiaban por la sabiduría y revelación que portaba. Los fariseos le seguían y esperaban el mas mínimo error del maestro para empezar a acusarle. Por lo tanto Cristo era una persona prudente, no hablaba al azar, el meditaba y discernía las palabras que iba a decir. Por lo tanto, ¿no debemos actuar así nosotros?. Recordemos las palabras del apóstol Pablo en 1Cor. 11:1 «Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.»

Vamos a dejar de un lado el afán y la ansiedad para que esto no perturbe nuestra adoración a Cristo, para poder escuchar su palabra con fe. Cristo nos dice «venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» Mateo 11:28.

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